El magosto es una fiesta de origen popular muy común del norte de España y Portugal. Las regiones a las que se le asocia por excelencia son Galicia, Asturias y las tres provincias leonesas. En esta festividad los elementos folclóricos principales son el fuego y la castaña. Entre muchos otros significados, se cree que el Magosto significa “hoguera para asar castañas”. Se cree que la palabra procede del latín Magnus Ustus, que quiere decir “gran fuego”. Sin embargo, las teorías etimológicas de este nombre solo son teorías.
Entre las diversas fiestas populares de carácter comunitario, el Magosto es por excelencia la fiesta gallega popular de la época otoño-invernal. Estas festividades nacen de vestigios de prácticas y creencias paganas sobre la temporada oscura del año y los muertos. Como no puede ser de otra manera, este conjunto folclórico posee una serie de elementos etnobotánicos que se relacionan directamente la manutención del pueblo y el apaciguamiento de los difuntos, que vuelven del más allá a los hogares con hambre y frío. Y es aquí donde la castaña junto con el fuego y otros alimentos como pueden ser el vino y los higos (más propios del sur de España) nutren a los espíritus que vuelven a los hogares por la noche. Estos alimentos quedan expuestos durante toda la noche para ser alimento de las ánimas y por ello no pueden ser comidas posteriormente. Incluso, existe tradiciones entorno a la castaña propias de Asturias en las cuales se hace entrega a los muertos de aquellas castañas que caen al suelo o directamente son tiradas para tal fin.
La castaña es un fruto del castaño, árbol autóctono de los bosques atlánticos de Galicia. A pesar de formar parte junto con el roble de las principales especies arbóreas, fueron los romanos quienes trajeron a Galicia los castaños desde Asia. Después de su traída, la castaña adquiere gran protagonismo en el ciclo vital y económico de estas tierras. Aprovechados al máximo (desde la madera del árbol, hasta su fruto y sus desechos) se exigía la plantación de castaños en las tierras y muchas rentas, o parte de ellas, se cobraban en castañas, también conocidas como "el pan de los pobres". A mediados del siglo XIX una enorme plaga acabó con
gran parte de los castaños, dando lugar a un desplazamiento en la dieta a favor de la patata y el maíz que fueron ganando terreno desde mediados del siglo XV. El punto de maduración óptimo de la castaña se encuentra en la primera quincena de noviembre y es aquí donde el Magosto cobra su protagonismo.
La vinculación con las castañas y la época de difuntos no es algo reciente. Desde la época romana ya existían ritos de ofrendas a las ánimas de los difuntos para mantenerlas apaciguadas y favorables a sus familiares. La ofrenda de frutos secos era típica en la época Romana, pasando posteriormente bajo la influencia del cristianismo de ser dada a los más necesitados y luego a niños durante la época medieval. Este tipo de entregas funcionan como medida apotropaica bajo los preceptos de la solidaridad de la doctrina cristiana. Se decía que en estas fechas, con cada castaña asada, se liberaba una alma del purgatorio. De esta manera, el Magosto se encuentra ligado directamente a las festividades del 1 de noviembre. Siendo muy típico en zona de Lugo y Ourense el uso de zonchos, collares compuestos por castañas cocidas e hilo de bramante que se hace entrega a los niños para el día de difuntos. Esta última manifestación folclórica es muy curiosa tanto en cuanto son los niños los que deben comer las castañas de esta forma liberando a los espíritus del purgatorio a la vez que de cierta manera protegiéndose.
Este tipo de festividad se encuentra asociada a la cosecha, pero no a cualquiera, a la última de todas ellas. Una vez llegado el Magosto ya no queda nada por recoger y solo queda la esperanza de soportar el invierno venidero. Como no nos debe extrañar, el Magosto tiene vinculación directa con otros procesos folclóricos como Santas Compañas y otras procesiones espectrales propias de la época oscura del año. No debemos perder de vista que el origen del Magosto se produce en el contexto de unas sociedades rurales con una economía agraria de subsistencia o de comercialización muy limitada geográficamente.
¿Qué se hace actualmente en Galicia?
La época del Magosto empieza con la noche de difuntos, donde las personas acuden a los cementerios para llevar ofrendas florares a sus familiares fallecidos postergandose en fiestas comunitarias durante las primeras semanas de noviembre. Podemos encontrar en la actualidad reuniones de grupos y familias para asar castañas, que fueron recolectadas previamente en estas mismas semanas o incluso, los meses de septiembre-octubre.
Como anécdota, el castaño es cultivado en terrenos profundos, ricos en materia orgánica y poco arcillosos. Actualmente el número de castaños en Galicia está disminuyendo progresivamente debido a las enfermedades que sufren, así como a la superpoblación de pinos y eucaliptos. Aún con todas los obstáculos frutos de la fitopatología y el monocultivo, Galicia es la principal Comunidad Autónoma productora de castañas.
¿Alguna vez has celebrado el Magosto?